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Channel: Moda y Belleza Llamame lola - Blog
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Adios al camaleón del Rock

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Hoy es un día triste para la música y la moda, después de una larga lucha contra el cancer, al final ha fallecido David Bowie quien consiguió fusionar la música y la moda para crear un estilo de vida propio e inirrepetible.

Hace no mucho tiempo se puso de moda una web que informaba al usuario que es lo que hacia David Bowie a su edad. Lo que más sorprendió es que siempre David Bowie iba por delante, a años luz, ya fuera de la música o de la moda siempre fué un adelantado a su tiempo. Daba igual que un músico quisierá imnobar o revolucionar su estilo de música o un modista romper tendencias en la moda, todo daba igual, fuera lo que fuera, Bowie ya lo había realizado antes.
 
El genial músico, que murió ayer a los 69 años de edad en Nueva York, solia decir que no le importaba la moda, que sus cambios de estilo era más bien porque le gustaba que su música se viese como sonaba. Pero no solo era esto Bowie iba más allá, consiguió fusionar dos mundos distintos de arte para convertirlo solo en uno dando imagen al sonido para conseguir ver la música y a la vez escuchar la moda.
 
No se puede decir que la moda fuese una parte del personaje Bowie, un complemento a su brillante carrera musical, sino un prisma que lo afecta todo, una manera de entender el pop que el resto de estrellas tardó décadas en comprender e imitar y que él intuyó ya de adolescente. Cuando era un crío y estudiaba en la Bromley Technical High School, el protomod David Jones se teñía el pelo con colorante alimentario –lo que ya le separa del resto en las fotos de su banda de la época, The Konrads– y pintaba a mano las rayas de su americana escolar, que vista hoy parece algo diseñado por Raf Simons. Aunque colaboró con distintos creadores y diseñadores a lo largo de su carrera de seis décadas, no hay duda que la fuerza creativa detrás de todas sus etapas de estilo fue el propio Bowie. A principios de los 70, cuando él y su mujer, la no siempre justamente valorada Angie, vestían túnicas a juego, encontró un aliado en Michael Fish, que tenía en la londinense Marylebone una tienda especializada en bucólicos “vestidos para hombre” y poco después se adelantó más de diez años al reinado de los diseñadores japoneses confiando en Kansai Yamamoto muchos de los trajes más memorables de Ziggy Stardust, incluido el espectacular mono como de Pierrot del espacio exterior con gigantescas perneras. Se alió con los grandes modistos en ocasiones, como en los setenta, cuando se alimentaba básicamente de cocaína y vestía trajes de Yves Saint Laurent, pero sobre todo tenía talento para identificar a los emergentes con talento. Por algo en 1997 le pidió a un joven Alexander McQueen que le diseñase una levita con la tela de Union Jack repleta de quemaduras de cigarrillo. 
 
Ya no habrá nuevos looksde Bowie que saquear, pero quedan, al lado de los inmensos discos, cientos de imágenes que cortan la respiración, fotos de un hombre que supo que la moda, bien manipulada, puede ser mucho más que ropa.
 
Adios Bowie y gracias por lo que nos has dado.




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